MODELO DE SERVICIO AL CLIENTE
A.- El fin de la
cultura en las organizaciones
La cultura organizacional es un
elemento diferenciador en el servicio a los clientes. La cultura es
propia para cada empresa por eso es difícil de “copiar” por los competidores.
El fin de la cultura es lograr que
la mayoría de los Colaboradores piensen,
actúen y se comuniquen de una misma manera ante los clientes y público en
general con los cuales interactúa la organización. Para muchos estudiosos del
tema la mejor definición que se puede dar sobre este concepto es la siguiente:
La
cultura en una empresa es el conjunto de supuestos compartidos entre sus
Colaboradores.
B.- Los supuestos
en la cultura organizacional
La cultura en una empresa se
fundamenta en supuestos muy intangibles como por ejemplo: la honestidad. Esto hace que poner en práctica un modelo de cultura
requiera algún grado de “tangibilización” de dichos supuestos. Esto se puede
entender como la búsqueda de alguna forma en que un valor como la honestidad se
pueda materializar de forma práctica.
Para lograr una mejor aproximación
de ello se presenta a continuación nuestra recomendación para desarrollar un
modelo que ayude a las organizaciones a implementar un programa que busque
crear cultura entre sus Colaboradores.
1.-Los valores son el norte del modelo
Los valores de una organización son
el “norte” a seguir, ellos deben
alinear todo el proceso. Entre más explícitos sean los valores mejor es su
aplicación.
El fin último de la organización y
sus Colaboradores es lograr concretar los valores que la misma tiene definidos.
Los valores son enunciados que
reflejan el deseo o “sueño” que la Dirección de la organización desea inculcar
en sus trabajadores y con ello diferenciarse del resto de competidores que
tiene en el mercado.
2.- Definición puntual de los valores
Una vez que se cuenta con los
valores, la organización debe efectuar una definición puntual de cada uno de
ellos. La definición busca orientar explícitamente sobre ellos y evitar las
interpretaciones que cada persona le puede dar a los mismos.
La pregunta a responder aquí es: “¿qué
significa este valor?” o “¿cómo se debe de interpretar este valor?”.
Esto ayuda evitar malas o diversas
interpretaciones por parte de los Colaboradores ante un mismo valor.
Siguiendo con el ejemplo de la
honestidad, haga usted un pequeño ejercicio y pregúnteles a varios trabajadores
de su empresa qué significa para ellos la palabra honestidad; de esa manera usted podrá dimensionar lo importante que
es buscar una definición única y fácil de interpretarse.
3.-
Instrumentalización de los valores
Una vez definidos los valores se
debe de efectuar una lista de conductas esperadas. Esto es, lograr redactar las
conductas o acciones que los Colaboradores de la organización deben de realizar
para que cada valor se pueda llevar a la práctica.
Este es el elemento más práctico en
el modelo y busca enlistar “todo” lo que deben de hacer los trabajadores para
que se alienen con los valores.
Por ejemplo:
1) Para
aplicar la honestidad los trabajadores no deberán mentir o engañar a los
clientes bajo ninguna circunstancia.
2) Los
trabajadores se deben comunicar de forma puntual, directa y respetuosa.
3) Los
trabajadores no deberán aprovecharse de su posición para obtener algún tipo de
beneficio o favor de los clientes.
4) Los
trabajadores no sustraerán o dañarán el patrimonio del cliente y en todo
momento buscarán que estos no salgan afectados de la relación con nuestra
organización.
4.- Evaluación del
modelo
Este modelo permite una sencilla
evaluación una vez que se enlisten las conductas esperadas.
El mismo se puede llevar a cabo
mediante un instrumento que evalúe cada una de las conductas esperadas y se
aplica de forma individual. El mismo permitirá dar seguimiento y buscar
reforzadores de las acciones que cada Colaborador debe desarrollar.
5.- Ficha del
modelo
Este modelo permite generar una
ficha de planificación, ejecución y control sencilla. La misma se presenta a
continuación:
Valor
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Definición
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Aplica a los
puestos:
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Conductas
esperadas
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Control
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6.- Apoyo a la
gestión de valores
A partir del desarrollo de esta
metodología se pueden realizar acciones que buscan consolidar los valores y las
conductas esperadas.
Por ejemplo se pueden llevar a cabo
concursos, actividades, materiales visuales, artículos, premiaciones, etc.
Todos estos permiten un
mantenimiento de los valores que impulsa la organización.
Esperamos que este breve artículo
abra las posibilidades para que su organización implemente un modelo efectivo
para gestionar la cultura de servicio a los clientes.
Comentarios a Luis Fernando
Chavarría, a lfchavarria@gmail.com
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